El higo es uno de los alimentos más beneficiosos que existe: sus propiedades digestivas, sus componentes antioxidantes, su valor nutricional y su condición como portador de azúcares naturales, son solo algunos de los factores que convierten a este alimento en uno de los más consumidos.
A pesar de las creencias populares, el higo no es una fruta sino una flor invertida que proviene de la higuera, un árbol que mide entre 4 y 10 metros de altura. Asimismo, el higo macho es polinizado por las avispas hasta convertirse en el “fruto” que conocemos.
A continuación, te hablaremos un poco sobre cómo plantar, cultivar y comercializar este fruto. ¡Toma nota!
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Sobre la plantación del higo.
Sin importar el motivo por el cual quieras plantar higos, es importante que tomes en consideración cuatro puntos clave a la hora de iniciar este proceso:
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El clima.
La higuera debe sembrarse en zonas tropicales con climas templados. Esto se debe a que requiere de la incidencia del sol para incentivar su formación, pero también requiere de temperaturas medias para mantener la frescura de su pulpa. Si creciera en una región de temperaturas gélidas, se pasmaría su crecimiento; mientras que en climas áridos, se formarían higos secos.
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El suelo.
Una de las ventajas más grandes de la higuera es que es una planta versátil, capaz de adaptarse a casi cualquier tipo de suelo. Lo importante es que el terreno donde se plante sea rico en materia orgánica, cuente con gran profundidad y con un buen sistema de riego y drenaje para evitar que el árbol se seque.
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La luz.
Al igual que muchas plantas, la higuera depende de la energía solar para poder desarrollarse de manera adecuada y para que florezcan sus frutos. En tal sentido, es importante que la plantación de higueras cuente con gran luminosidad natural; no obstante, debe quedar regulada para no obtener solo higos secos.
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El método.
Antes de comenzar a plantar las higueras, es importante limpiar el terreno donde se ubicará la plantación; para ello se recomienda arar el suelo entre una y dos veces, con el fin de asegurarse de haber eliminado cualquier impureza que pueda entorpecer la siembra. Asimismo, es necesario proveer el terreno de cualquier nutriente que requiera, ya que esto será un factor determinante en materia de fertilidad. Finalmente, se sugiere abrir cuevas de 60 cm de largo y de ancho, y dejar 20 cm de distancia entre las mudas, con el fin de evitar que las plantas se enreden.
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Sobre la cultivación del higo.
Una vez plantadas las higueras, es importante tener en cuenta cuatro procesos esenciales a la hora de cultivar los higos. Estos son:
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El riego.
Las zonas higueras requieren de un sistema de regado que les permita mantener húmedas cada una de sus plantas, especialmente en zonas muy calientes o secas, por tratarse de tierras tropicales donde la radiación solar es relativamente fuerte. De igual modo, también hay que evitar el encharcado a toda costa, ya que esto podría ahogar la planta de manera muy rápida.
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La poda.
Al igual que con otros árboles, la poda de la higuera es esencial a la hora de fomentar el desarrollo y crecimiento de esta planta y, por tanto, de sus frutos. En este sentido, podar la fructificación debe hacerse por lo menos una vez al año, y con cuidado de no dejar ramas que superen los 10 cm de largo. Para esto se aconseja utilizar herramientas bien afiladas que no dejen vestigios de tallos en sus cortes.
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La fertilización.
Este proceso suele realizarse antes y después de la siembra. Fertilizar antes de sembrar debe hacerse al menos 40 días antes de colocar las semillas en las cuevas, de modo que el fertilizante se asiente en la tierra y pueda nutrirla con sus componentes. Por otro lado, para fertilizar después de haber plantado la higuera se sugiere hacer uso de compuestos orgánicos en la superficie de la planta.
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Las plagas.
Además de los insectos que suelen invadir los frutos y las hojas de las higueras, estas plantas también pueden enfermarse y pasmar su crecimiento gracias al óxido, las ramas podridas, las manchas foliares, entre otros. Para evitar esto, es necesario hacer uso de productos químicos certificados que permitan controlar la plaga. Ahora bien, el ataque de los pájaros a las flores de higo también es muy común; para ello, se recomienda usar rejas alrededor de la plantación para evitar que estas aves se acerquen a las plantas.
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Sobre la comercialización del higo
Finalmente, si quieres comercializar este alimento, debes tomar en consideración dos temas importantes:
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La cosecha.
Lo primordial a la hora de cosechar higos es tener mucho cuidado con su manipulación. Esto se debe a que son flores muy delicadas y sensibles, por lo que pueden sufrir grandes daños con acciones bruscas.
Por otra parte, también es recomendable recolectar los higos con la protección necesaria para evitar que las manos y los brazos entren en contacto con un líquido que emana de estos alimentos y que puede irritar la piel.
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Almacenamiento
Coloque los higos en cajas forradas para el almacenamiento. Si ya están maduros, guárdelos en la nevera o congelelos para su uso posterior. También puedes optar por el secado de los higos.
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Distribución.
Al igual que otros productos naturales, la distribución del higo puede hacerse de manera directa o indirecta en varias presentaciones: el fruto en sí, jaleas, conservas, compotas, entre otros.
Nota: dependiendo del objetivo de su plantación de higo, la cosecha puede ser hecha en diferentes etapas de maduración del fruto. Si sólo desea consumir los higos, por ejemplo, debe recogerlos cuando estén maduros. Para dulces, jaleas y compotas, debe estar verde, y los hinchados generalmente se utilizan en la preparación de conservas de higo.