Hablemos de algo que nos concierne a todos, ¡el manejo inteligente de nuestros gastos empresariales! Sabemos que cada céntimo cuenta, y cuando hablamos de dinero que sale de nuestro bolsillo, ser eficiente es esencial.

¿Alguna vez te has preguntado cómo algunos negocios prosperan mientras otros luchan por mantenerse a flote? Bueno, gran parte de esa diferencia radica en cómo manejan sus gastos. Cuando tienes un buen control sobre estos, puedes abrir la puerta a oportunidades emocionantes y estar listo para enfrentarte a cualquier sorpresa económica que se pueda presentar.

Sin duda, uno de los gastos más notables es el que proviene de los servicios de luz, gas y energía solar. Sí, elegir la mejor tarifa de luz para tu empresa, y demás servicios, es la clave para disminuir los egresos del negocio, por ello, en este post exploraremos algunas medidas prácticas que puedes tomar para mejorar la gestión de tus gastos empresariales y construir una base financiera sólida. ¿Estás listo? ¡Comencemos!

¿Qué son los gastos empresariales?

Los gastos empresariales son aquellas salidas de dinero imprescindibles e ineludibles que debe realizar todo negocio para prestar los servicios o producir los bienes que constituyen su objeto social.

Los principales gastos para una empresa se pueden clasificar de diferentes maneras:

  • En atención a su comportamiento.

Gastos fijos. Son los que se mantienen constantes con independencia del volumen de clientes o de producción y se generan con una periodicidad determinada (mensual, trimestral o anual). Incluyen el pago de préstamos, alquileres, impuestos, suministros energéticos y servicios externos recurrentes.

Gastos variables. Son aquellos que fluctúan dependiendo del volumen de producción o de servicios prestados. Por ejemplo, cuando se adquieren más insumos o materias primas porque aumenta la demanda o cuando varían los costes de personal a consecuencia de los aumentos de salario o las reducciones de plantilla.

Gastos extraordinarios. Son aquellos de naturaleza excepcional que derivan de situaciones fortuitas como incendios, inundaciones o averías. Estos gastos no se pueden prever, pero deben ser asumidos para mantener la actividad empresarial.

  • En atención a su relación con la producción.

Gastos directos. Están directamente asociados con la producción de bienes o servicios. Es el caso de las materias primas y de los recursos humanos necesarios para el funcionamiento del negocio.

Gastos indirectos. Son aquellos necesarios para garantizar la producción, pero que no están directamente asociados con ella. Nos referimos a gastos de administración, gestión y comercialización como el alquiler, los tributos y los seguros.

Medidas para mejorar los gastos de la empresa

medidas para mejorar los gastos de la empresa

¡Conoce las mejores medidas para mejorar los gastos de la empresa!, veamos:

1. Análisis y seguimiento de gastos

Ahora hablemos de algo crucial: ¡el análisis y seguimiento de gastos! Imagina esto como llevar un diario de tus gastos personales, pero a lo grande.

La idea es simple: si quieres manejar mejor tu dinero, primero debes saber adónde va. Esto significa anotar cada gasto, con independencia de su entidad, para luego revisarlos con periodicidad y descubrir dónde puedes ahorrar.

Esto te servirá para localizar todos esos pequeños gastos «fantasma» que pasan desapercibidos, pero que sumados tienen su importancia. Así que, armados con nuestros registros detallados, ¡vamos a cazar esos gastos ineficientes en tu negocio!

2. Presupuesto sólido

Planificar tu presupuesto es trazar el camino para un viaje financiero exitoso. Es, sin duda, una de las herramientas más valiosas para mantener tus gastos bajo control y asegurar que no te desvíes hacia “aguas turbulentas”, por decirlo de alguna manera. Eso sí, para crear un presupuesto sólido debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Identifica las fuentes de ingresos. Calcula cuánto dinero esperas recibir, ya sea de ventas, inversiones u otras vías.
  • Enumera todos los gastos. Haz una lista detallada de todos los gastos generales, como alquiler, salarios, suministros, etc.
  • Establece categorías de gastos. Agrupa los gastos en categorías para una gestión más clara, como «Personal» o «Marketing».
  • Asigna montos a cada categoría. Decide cuánto dinero destinarás a cada categoría, basándote en los antecedentes y metas de tu empresa.
  • Calcula el total de gastos. Suma los montos de todas las categorías para obtener el gasto total proyectado.
  • Compara ingresos y gastos. Resta los gastos proyectados de los ingresos esperados para determinar si obtendrás ganancias o pérdidas.
  • Ajusta y revisa. Revisa y ajusta el presupuesto según sea necesario, considerando cambios estacionales o en los costes.
  • Sigue el presupuesto. Mantén un registro de los gastos reales y compáralos con los presupuestados para tomar medidas correctivas si es necesario.

3. Ahorro en los servicios públicos

El ahorro en servicios públicos en una empresa es clave para reducir costes y mejorar la eficiencia. Algunas medidas para economizar incluyen:

  • Seguimiento de los consumos.
  • Eficiencia energética.
  • Aislamiento y ahorro de agua.
  • Control automatizado.
  • Renegociación de contratos.
  • Energías renovables.
  • Programas de concientización.
  • Seguimiento constante de consumos y costes.

El ahorro en los servicios públicos no solo reduce los gastos corrientes de una empresa, sino que también disminuye su huella de carbono. Lo que, sin duda, mejora su imagen ante clientes y stakeholders al demostrar un compromiso con la responsabilidad ambiental y el uso eficiente de los recursos.

Palabras finales

En conclusión, la gestión eficiente de los gastos empresariales es esencial para el éxito y la sostenibilidad de una empresa. Al implementar medidas como el seguimiento de gastos, la planificación presupuestaria, las auditorías internas y externas, y la optimización de los servicios públicos, las empresas pueden fortalecer su posición financiera y mejorar su rentabilidad.

Estas estrategias no solo ayudan a reducir costes operativos, sino que también contribuyen a una mayor eficiencia y sostenibilidad, lo que puede ser beneficioso tanto para la empresa como para el medio ambiente.