Todos los que tenemos un negocio sabemos que una gran parte de su acogimiento por parte de los usuarios radica en el éxito del producto y de su envío. Si nuestra empresa está dentro de la categoría PyME, lo más probable es que hasta ahora estemos forjando los primeros pasos para que los procesos internos funcionen de manera eficiente y rápida, al principio todo es un ensayo de prueba y error. El envío en especial es una parte del proceso que determina el servicio de tu empresa, ¡todo debe estar bajo control! Las cajas de cartón, el embalaje, el transporte y el tiempo. Es esta la razón por la que queremos darte algunos consejos para que el envío de tu producto sea un éxito total. ¡Acompáñanos! 😀
5 Consejos para el envío de tus productos
1. Un excelente embalaje
Con el tiempo ha tomado gran relevancia el envío de productos a través de empresas de mensajería dentro y fuera de un territorio. Desde que el producto sale de la puerta de tu empresa hasta que llega a las manos de tu cliente, el producto pasará por una etapa decisiva: llegar intacto a su destino; pero para que justamente esto se pueda lograr, es necesario contar con algunas reglas mínimas de embalaje y los objetos que debes utilizar para este.
Uno de los pasos fundamentales para que los envíos de tus productos sean un éxito, es contactar a una empresa que se encargue de enviar todo lo necesario para el embalaje de tu producto. Así que ya sabes, procura tener un excelente embalaje para que tus usuarios te puntúen con 5 estrellas.
2. Si no sabes, pide ayuda
No todo debemos saberlo al principio, seguramente sucederá que recibas quejas por parte de los usuarios por demoras en la entrega o daño en el producto. En la mayoría de los casos, estos problemas surgen justo al inicio, cuando pequeños emprendedores hasta ahora están automatizando y perfeccionando los procesos internos de la empresa; no obstante, no debes preocuparte. Este problema tiene solución.
Existen empresas especializadas, que te asesorarán para que tu proceso de envío sea todo un éxito, muchas de estas te envían todos lo materiales que necesitas para el envío de tu producto, poniendo junto a ello un equipo de expertos dispuestos a contestar todas tus dudas sobre: cómo embalar, cuánto tiempo tardar?, y cuánto invertir en este proceso.
3. ¿Quién asume los costos de envío?
Numerosos estudios de marketing digital han dado a conocer la clave perfecta para enganchar el cliente y que este compre lo que necesita en un santiamén. Habitualmente, las empresas pequeñas nunca corren con los costos de envío de determinado producto, pues si lo pensamos bien, esto incurre en más gastos por parte de la empresa. No obstante, desde el punto de vista de los compradores, es mucho más fácil conocer el valor total o global del producto (incluyendo el envío).
Lo que te proponemos con este consejo, es que en lugar de que sea el comprador el que pague la tasa de envío, seas tú el que la cancele. ¡Pero no te alarmes! El dinero no lo podrás tú, lo pondrá el usuario sin darse cuenta, básicamente al precio del producto adicionarle el costo de envío, es más efectivo que tu potencial cliente vea su gasto total a que mire un precio menor para luego tener que pagar más.
4. Planifica un horario
El tiempo de entrega es otro de los factores que los clientes tienen en cuenta para calificar su nivel de satisfacción con tu empresa, es por eso que debemos tratar de mantener todo en orden para que este no se vea afectado. Evidentemente hay situaciones que se salen de nuestras manos y que de un momento a otro nos representan retrasos en los envíos del producto; aun así, podemos reducir estos riesgos de retraso.
¿Cómo, te preguntarás?, fácil, planificando un horario. Lo ideal es que tus pedidos salgan solo una o dos veces a la semana, programa los días que mejor te funcionan a ti y a tus clientes, que sean días a su vez, de menos tráfico para la empresa de mensajería. Con ello, al llegar el día de hacer envíos, tengas todo muy bien embalado y documentado. Tener días de envío específicos te permitirá planificar y automatizar los procesos anteriores al del envío, tomándote el tiempo necesario para que todo te salga perfecto.
5. Nunca está de más la etiqueta «Frágil»
Puede que lo que vayas a enviar no se quiebre o raye con facilidad, puede incluso que sean elementos robustos y muy fuertes; aun así, te recomendamos utilizar la etiqueta de «frágil». Mal que bien, esta etiqueta deja saber a la persona que está transportando el paquete que su contenido es delicado y que por consiguiente debe ser tratado con mayor cuidado. Si tu deseo es que el producto llegue intacto a su destino, no hay nada mejor que «darle un empujón de más». Con el tiempo te darás cuenta que las etiquetas nunca sobran.
Esperamos que con estos consejos puestos en práctica, tu empresa y tus productos sean un éxito total. Recuerda siempre que los contenedores en los que envíes el producto son la cara de presentación de tu empresa ante el cliente, pues es esto lo primero que ve; así que como último consejo consigue los mejores proveedores en el mercado.