El mundo empresarial en España es, a menudo, complejo y plagado de obstáculos. A pesar de esto, el tejido empresarial cada vez es mayor, lo que hace que también lo sea la competencia.
Las tareas administrativas se convierten en un punto importante pero que requieren mucho tiempo y esfuerzo, algo que en la vertiginosa situación actual, puede resultar abrumadora si no se organiza o lleva a cabo de forma correcta.
En España, donde las normativas legales y las normas culturales requieren particularmente atención a los detalles y experiencia en el sector, un error o despiste puede salirnos muy caro.
Una solución más que recomendable para estos casos es contar con una gestoría profesional que nos ayude y asista en todo lo relacionado a los asuntos legales, administrativos y laborales. Quitarnos esta carga de encima puede suponer mucho tiempo libre para dedicar a otras tareas y la tranquilidad de saber que hay un experto llevándolas a cabo.
En este artículo veremos las distintas maneras en que contratar una gestoría puede ayudar a las empresas que funcionan en el territorio español.
El mejor aliado de las empresas: la gestoría
Desde ahorrar tiempo y dinero, hasta garantizar el correcto cumplimiento de la legislación nacional y local, existen incontables motivos para que nuestra empresa cuente con una gestoría. A continuación veremos algunos de los puntos principales que te ayudarán a ver como pueden ser esenciales en el funcionamiento y éxito de cualquier negocio.
1. Trámites administrativos
Los trámites administrativos que una empresa debe llevar a cabo son como los colores: hay de todo tipo y para todos los gustos. Cada tipo de empresa, dependiendo de su zona, tamaño, sector y varios factores más, deberá llevar a cabo determinados trámites administrativos.
Esto implica mucha burocracia, un conocimiento básico del tema, organización del tiempo y de los documentos o, como podríamos llamarlo de otra manera: muchísimo esfuerzo y dedicación.
Además, en caso de que algún trámite no esté correcto o se entregue fuera de plazo, tendremos que hacer frente a multas y penalizaciónes que pueden ser muy cuantiosas, dependiendo del error que hayamos cometido.
Al contratar una gestoría, tendremos un equipo de profesionales con todo lo necesario para llevar a cabo estos trámites de forma correcta. Podremos, por tanto, delegar todos aquellos trámites que son necesarios para la existencia de nuestra empresa a gente capacitada que podrá ayudarnos a realizarlas de la mejor manera.
Cuentan con el conocimiento, la experiencia y los contactos necesarios para asesorarnos, indicarnos cuales son las tributaciones que debemos realizar e, incluso, se encargan de realizar ellos mismos el trámite a nombre nuestro.
Podemos decir, por tanto, que delegar las tareas burocráticas a una gestoría es ganar en comodidad y tranquilidad, además de en tiempo y, seguramente, dinero.
2. Control de obligaciones
Un punto importante cuando se habla de trámites burocráticos, ya sean administrativos, fiscales, laborales o de cualquier tipo, son las llamadas obligaciones. Se trata de aquellos trámites que debemos realizar de forma obligatoria y que, en la mayoría de los casos, supone el abono de una determinada cantidad que puede variar dependiendo de la empresa y su estructura.
Las obligaciones son muy importantes, ya que, como su nombre indica, son obligatorias y el no llevarlas a cabo implica de manera casi segura penalizaciones monetarias.
A nadie le gusta pagar multas, obviamente, pero es aún peor tener que pagarlas por el simple hecho de no haber abonado o realizado un determinado trámite, por tanto, una multa que podía fácilmente evitarse.
Si contamos con una gestoría que se dedica exclusivamente a los asuntos administrativos, tendremos la tranquilidad de saber que nunca se pasará ninguna fecha ni quedará ninguna obligación sin llevarse a cabo.
No solo eso, las gestorías podrán analizar la situación y asesorarnos en caso de que exista algún caso en que podamos estar exentos de determinadas obligaciones o cuya cuantía a abonar sea menor.
En asuntos delicados como son las obligaciones fiscales y tributarias, siempre es mejor contar con expertos que nos ayuden y en quienes podamos contar y delegar. El rol de las gestorías es crucial en ese aspecto.
3. Ahorro de tiempo
Cualquiera que se haya visto en la situación de tener una empresa, ya sea como propietario o gerente, sabrá que el número de tareas a llevar a cabo a menudo parece ser infinita. Hay muchas cuestiones que hay que tratar y miles de detalles a los que hay que estar atentos.
Todo esto sin contar que, a menudo, hay muchas personas cuyos ingresos dependen del buen funcionamiento de la empresa. La presión a la que se está sometido es enorme y el tiempo que ocupa la correcta gestión de una empresa también lo es. A menudo apenas deja espacio para la vida personal.
Por ese motivo, hay que saber encontrar cuál de todas las tareas pueden ser llevadas a cabo por otras personas. Como ya hemos mencionado previamente en este mismo artículo, delegar tareas en una gestoría es una de las mejores decisiones que podemos tomar en este aspecto.
Más allá de que nos liberarán de carga de trabajo y de realizar gestiones, haciéndonos ahorrar tiempo, si no que se trata de gente cualificada y que probablemente pueda incluso realizarlas de manera más eficiente y correcta.
A veces por falta de conocimientos o por estar demasiado ocupado, no se presta atención o se dedica el tiempo suficiente a las gestiones administrativas y se termina con apremios o multas. Contar con una gestoría de confianza nos ayudará tanto en el aspecto laboral, como en poder tener más tiempo libre para nuestra vida personal.
4. Actualización
Como todo aquello que está relacionado y depende directamente de las leyes, ordenanzas y distintos tipos de legislaciones que hay en España, las gestiones administrativas cambian constantemente. En algunos casos puede ser a nuestro favor, en otros en contra, pero es un ambiente cambiante y en constante actualización.
Como ya sabemos, gestionar y llevar adelante una empresa hoy en día es un trabajo que requiere nuestra completa y total atención. Detrás de cada empresa de éxito o de cualquier negocio que está luchando por sobrevivir en el mercado, hay mucho tiempo dedicado que en la mayor parte de los casos es extenuante.
Nuestra atención no puede estar dedicada a distintas cuestiones, si queremos, secundarias. Tendremos que concentrarnos en cómo hacer que nuestra empresa prospere y alcance los objetivos marcados.
Por ese motivo, es normal que no siempre estemos al día de cuáles son las novedades en el terreno legal, fiscal o administrativo, aunque estas afecten directamente a nuestra empresa.
Si contamos con los servicios de una gestoría, podremos contar con la seguridad de saber que se nos informará cualquier cambio o novedad que afecte a nuestra empresa. No solo eso, también sabremos que en caso de que haya que hacer modificaciones o gestiones especiales, nuestra gestoría se encargará de llevarlas a cabo directamente, sin necesidad de que hagamos nada.
Sea cual sea la novedades legales que depara el futuro, nuestra empresa estará preparada para adaptarse a los cambios.
5. Especialización
Existen muchos tipos de empresas distintas, cada una con sus particularidades inherentes al sector, mercado, zona, tamaño, etc. Por lo que, a menudo, puede ser difícil que una gestoría se adapte a nuestras necesidades.
Sin embargo, cada vez más encontramos gestorías especializadas en distintos sectores o aspectos, que pueden ser justo lo que estamos necesitando.
Una gestoría especializada podrá asesorarnos de forma más específica, conocerá todos los secretos y gestiones particulares a llevar a cabo y contará con experiencia suficiente para que no quede ningún cabo suelto.
Cuando hablamos de especialización, nos referimos a todo tipo de factores. Si, por ejemplo, nuestra empresa está situada en Barcelona, podemos buscar un listado de gestorías en Barcelona que puedan asistirnos y que seguramente conocerán a la perfección las particularidades de los trámites a llevar a cabo en esta zona, región y comunidad autónoma.
Esto puede aplicarse a la zona, pero también al tamaño ―microempresas, pymes o multinacionales―, sector―industrial, servicios,etc.― e incluso a trámites específicos ―gestorías laborales, administrativas o contables.
Dependiendo de las necesidades de nuestra empresa, tendremos que buscar un tipo de gestoría que más nos convenga.
El secreto del éxito y la tranquilidad
Como hemos explicado a lo largo de todo este artículo, contar con una gestoría realmente puede marcar la diferencia. Se trata de un aliado estratégico que, directa e indirectamente, ayudará a que nuestra empresa prospere y sobreviva en el mercado actual o, por el contrario, se vea ahogada en trámites, obligaciones y multas por incumplimientos o errores.
Podemos seguir dedicando todo el tiempo a la gestión de nuestra empresa, corriendo el riesgo de realizar trámites de forma errónea y desconocer nuevas leyes; o podemos delegar en un profesional que se encargue de realizarlo todo correctamente y despreocupanos.
No hay lugar para dudas, la decisión es simple y es contratar una gestoría para poder dedicarnos a lo realmente importante: nuestra empresa.