Cada vez son más las personas que se apuntan a llevar un estilo de vida más saludable, de modo que una sana alimentación y una rutina regular de ejercicios comienzan a formar parte de su día a día. Sin embargo, olvidarse de los dulces es algo que no todos pueden hacer (¡ni deberían¡), por lo que un negocio de postres sin azúcar o dietéticos es bastante rentable.

¿Por qué montar un negocio de postres sin azúcar?

Principalmente, porque todo lo que sea bajo o nulo en calorías es más atractivo para muchos porque lo asocian con cuidar su salud y su físico. En este sentido, este negocio podría atraer a más personas teniendo en cuenta que podrán degustar un rico postre sin necesidad de ingerir azúcar.

Segundo, los negocios de comida siempre dan dinero porque si algo tienen en común todas las personas del mundo es que deben comer, es una necesidad. Y tercero, este negocio tiene la ventaja de que puede renovarse constantemente con la implementación de nuevas recetas.

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Cómo montar un negocio de postres sin azúcar o dietéticos

Si deseas emprender un negocio de este tipo, te explicamos a continuación qué debes tener en cuenta y qué necesitarás para empezar hoy mismo. ¡Toma nota!

  • Modelo de negocios.

Es básicamente la idea que tienes antes de empezar el proyecto. En el caso de una tienda de postres dietéticos, se refiere a la preparación y venta de dulces para personas que no desean ingerir azúcar pero quieren comer postres.

Tu meta es conseguir que tu idea de negocio se diferencie de las de los demás de este tipo sin convertirla en la de un negocio fuera de este mercado.

  • Plan de negocios.

Es el documento en el que plasmarás la factibilidad de tu modelo de negocios. En él debes determinar los objetivos de tu emprendimiento, los medios para ponerlo en marcha, los plazos que tomará y las proyecciones de crecimiento económico que tiene tu negocio.

  • Registro mercantil.

Una vez que tu proyecto esté en curso, debes registrar la empresa para poder comercializar los productos de ese sector. Además, debes escoger y formalizar un nombre para tu negocio, que sea fácil de recordar y pronunciar y que también esté relacionado con lo que vendes.

  • Ubicación.

La ubicación de la tienda es muy importante para que los clientes puedan encontrarla. Lo ideal es que esté dentro de un centro comercial o una calle muy concurrida, de manera que haya fácil accesibilidad a ella. Sin embargo, dependiendo del sitio, el costo del alquiler puede ser más económico o costoso.

  • Estructura.

El local debe ser acogedor e invitar a los clientes a quedarse allí para degustar los productos, aunque también habrá quienes deseen pedirlos para llevar, por lo que debe haber un área de despacho bastante cómoda y práctica.

Decora el lugar de acuerdo con tu gama de productos; puedes escoger una paleta de colores correspondiente a la imagen corporativa del negocio. También puedes ponerte creativo colocando una pizarra donde escribas la promoción del día o el postre nuevo del mes.

  • Proveedores.

Ten más de uno para que no te quedes sin inventario en ningún momento. Si los productos que utilizas deben estar muy frescos, contacta proveedores que trabajen con calidad e inmediatez de entrega. En este sentido, que estén cerca (misma ciudad) es lo más recomendable.

  • Inventario.

Surte tu tienda con varios postres, sean preparados al momento o empacados, de manera que puedas ofrecerles a tus clientes distintas opciones según sus gustos y necesidades.

Será de gran ayuda crear tus propias recetas, además de las que ya calan en el público objetivo según lo que puedas observar en tu competencia. Ese sabor distintivo hará que sus clientes prueben lo novedoso de tus productos.

Nota: si no eres ducho en la materia, debes trabajar asesorado por un nutriólogo para que apruebe tus preparaciones.

  • Equipamiento.

Tu tienda debe estar dotada del mobiliario adecuado para su operatividad. Compra o manda a construir la cocina, mesas y sillas para los clientes, una barra, vitrinas, un mueble para la caja y sistema operativo, etc. Además, necesitarás equipo informático para la administración del lugar y elementos decorativos.

  • Personal.

Si la tienda es pequeña, dos personas podrían encargarse de atenderla. Una puede hacer las funciones de cajero y administrador del sitio, mientras que la otra se encargaría de la parte operativa (preparar los postres y servirlos). Si es un local más amplio, puedes incluso contratar personal para atender las mesas, seguridad y mantenimiento.

  • Marketing.

Si no enseñas lo que preparas, difícilmente se venderá. Elabora estrategias de divulgación que funcionen para dar a conocer tu negocio. En el sitio puedes recurrir a anuncios en el centro comercial o en lugares aledaños a la calle donde está ubicada la tienda. También puedes trabajar por convenio con centros de estética y fitness, gimnasios, etc., de modo que sus clientes se vuelvan también los tuyos.

A su vez, una estrategia de marketing digital puede ayudarte a llegar a más personas, pues son millones los usuarios de las redes sociales y hoy en día es bastante provechoso que un comercio tenga presencia en Internet.