Cuando de alimentos se trata, el maíz destaca por ser uno de los más nutritivos de todos. Y es que esta planta no solo es rica en vitaminas A, B y E, sino que también posee una gran variedad de minerales que lo convierten en uno de los mejores enemigos de los problemas de hipertensión, la diabetes y otras enfermedades.

Esta planta no solo es popular por sus propiedades, también lo es por la versatilidad de sus granos, pues sea entero, en cereales, en harina, en granos o como alimento para animales, el maíz puede ser utilizado de muchas maneras.

Sea como fuere, dedicarse a la siembra, el procesamiento y la comercialización del maíz es un producto rentable, así que a continuación conocerás algunos consejos que te pueden ser útiles si estás pensando en ingresar al mundo de la agricultura con este alimento.

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Nociones básicas sobre la plantación del maíz

  • El clima.

Uno de los atractivos más significativos de este alimento es que puede ser cultivado en diferentes condiciones climáticas; no obstante, la plantación del maíz puede verse afectada en regiones muy calientes o muy frías, ya que esto suele impedir que se lleve cabo el proceso de polinización.

  • El suelo.

En cuanto al suelo se refiere, se requiere un área con buena iluminación y con un buen sistema de drenaje para evitar que el exceso de humedad dañe la cosecha. Asimismo, se sugiere que se haga en superficies planas para facilitar el trabajo de siembra, cultivo y recolección de las semillas.

Si no conoce el asunto a fondo, una buena sugerencia es contratar a un experto en análisis del terreno antes de la adquisición. El experto observará la cuestión de la fertilidad de la tierra, la erosión, los nutrientes, entre otros aspectos importantes para el cultivo de maíz.

Aunque puede parecer un «costo» adicional hacer uso del servicio del especialista, no piense de esa manera, pues la rentabilidad que una tierra fértil y adecuada le traerá supera inmensamente la inversión.

  • La limpieza.

Ahora bien, una vez seleccionado el terreno apropiado debe realizarse una limpieza a fondo, con el fin de deshacerse de cualquier tipo de residuo o maleza que pueda afectar el crecimiento de la planta. 

Se recomienda hacer un arado si el terreno ha recibido otro cultivo en el último año.

  • La semilla.

Por otra parte, es importante seleccionar el tipo de semilla a plantar; esto depende del tipo de producto que espera cosechar, siendo los más recomendables el maíz verde (con el cual puede obtenerse el maíz común) o el híbrido (especial para preparar palomitas), puesto que son los más consumidos a nivel mundial.

Las semillas son los propios granos, que pueden ser adquiridos en casas de insumos para agricultura, debiendo ser mantenidos fuera del contacto con sustancias químicas o de la exposición solar hasta el momento de la siembra.

El almacenamiento de los granos en un lugar adecuado es realmente importante, ya que puede comprometer su plantación de maíz antes de iniciarla, no quiere eso, ¿cierto?

  • La plantación.

Existen dos maneras de realizar el proceso de plantación del maíz. La primera es plantando la semilla directamente en el terreno escogido, o plantándola en una almáciga hasta que comienzan a brotar las mudas de la semilla. La ventaja de la primera técnica radica en que se ahorra esfuerzo humano; mientras que con la segunda es posible desechar las semillas que no germinen antes de ser implantadas en el terreno reservado para la cosecha.

  • El espaciado.

El espacio promedio que debe destinarse a la plantación de cada semilla corresponde a un hueco de 15 centímetros de ancho por 20 de profundidad, delimitados por rejillas especiales para la implantación de alimentos. Nota: es importante que se respete este espacio ya que esto impedirá que las raíces de las plantas no colisionen entre ellas, además de evitar la escasez de nutrientes para la totalidad el sembradío.

Consejos a la hora de cultivar del maíz

  • La irrigación.

El riego del maíz debe ser lo suficientemente frecuente para poder mantener el suelo húmedo, pero lo suficientemente preciso para evitar que llegue a sentirse empapado; sin embargo, las cantidades y la periodicidad de irrigación depende del tamaño del sembradío y las condiciones climáticas de la región.

  • El abono.

A pesar de que el maíz debe ser fertilizado durante su fase de cultivo, es posible que pueda perder su vigor con el paso del tiempo. En caso de que esto suceda, es importante volver a realizar una nueva fertilización para no perder la cosecha.

  • El control de plagas.

Se aconseja realizar inspecciones en la plantación de manera recurrente, ya que las plagas y otros agentes podrían interferir en el crecimiento de este alimento; si este es el caso, se sugiere regularlo con un control de plagas.

Acerca de la comercialización del maíz

  • La recolección.

Dependiendo de las condiciones climáticas del lugar donde se encuentra el sembradío, la cosecha de esta planta puede ser en diferentes épocas. De cualquier modo, lo importante es que a la hora de recolectar este alimento se rompa la espiga y se remueva el fruto con todo y su hoja.

  • La replantación.

Para volver a cosechar este alimento, es necesario realizar una extracción de las espigas de cada fruto y volver a repetir todo el proceso de plantación y cultivo. Para ello, se recomienda escoger granos de los frutos que hayan presentado un buen desarrollo.

  • La venta.

Tras recoger y seleccionar los frutos, es importante escoger el modo de venta que se desea realizar: directa (tú serás tu propio proveedor, por lo que visitarás los mercados agricultores con el fin de vender tu producto a los consumidores) o indirecta (tu producto llegará a los hogares a través de otras empresas que busquen procesar y comercializar este alimento).

En definitiva, si deseas incursionar en el negocio del cultivo y venta de maíz, debes conseguir un terreno propicio para hacerlo y tener muchas ganas de trabajarlo. Recuerda que su inversión es bastante económica y sus ganancias altas, pues forma parte del sector de alimentación, uno de los más necesarios a nivel mundial.