No hay reglas para ser un emprendedor. Edad, género, nivel de conocimiento, área elegida… Un buen emprendedor puede encontrar una solución donde hay un problema y puede surgir en diferentes contextos. Incluso cuando aún eres estudiante.
Obviamente, hay algunas cosas que son necesarias para emprender: recursos, tiempo y conocer el sector en el que te adentrarás son cosas fundamentales que pueden diferenciar un fracaso de un éxito. La tecnología también puede ser una gran aliada, ya que no solo ha abierto posibilidades para empresas y soluciones utilizando herramientas simples, sino que también abre su idea a mercados consumidores globales. Una persona en China puede comprar su producto con unos pocos clics.
Un buen ejemplo son los servicios de redacción de trabajos académicos. Puedes contratar a alguien para escribir tu trabajo – “DoMyHomework123” y tener como referencia un excelente producto producido por personas especializadas. De esta manera, puedes tener una buena idea de cómo abordar un tema y dónde buscar más información. Las buenas ideas de otras personas son una excelente manera de comenzar el proceso de crear su propia idea y pensar en su viabilidad.
Dicho esto, veamos más consejos para los estudiantes que desean empezar su negocio.
Comprende cuáles son las soluciones actuales
Para usar un ejemplo famoso, antes de crear Uber es necesario saber cuáles son las opciones de transporte dentro de una ciudad. Si las personas en una ciudad estuvieran completamente satisfechas con las opciones de transporte público y el uso de automóviles fuera equilibrado y satisfactorio, ¿Uber tendría poco espacio, cierto?
Lo que permitió el enorme crecimiento del startup de movilidad fueron las limitaciones del transporte público, el alto precio de los taxis y la combinación de desempleo y automóviles estacionados en el garaje. Así es como un startup de movilidad que no es propietaria de un solo automóvil se apoderó de ciudades de todo el mundo.
Comprender el contexto actual permite pensar en posibilidades. ¿Las grandes empresas de este sector abandonaron a sus clientes? ¿El margen de beneficio es alto y hay espacio para otro competidor? ¿Se apreciaría un toque más personal y artesanal? Si las respuestas son afirmativas, eso puede permitir la creación de una tienda de dulces, una marca de ropa, un startup tecnológico e incluso cosas aún más grandes.
Realiza un análisis DAFO
El análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) es una herramienta utilizada por 10 de cada 10 estudiantes de marketing y administración, pero también debe ser utilizada por emprendedores de todas las áreas.
Con un simple ejercicio rápido, es posible comprender hacia dónde crecer y qué amenaza su crecimiento, además de identificar sus fortalezas para resaltar ante el público y sus debilidades para trabajar en ellas y, si es posible, eliminarlas.
¿Cuáles son sus recursos?
Muchos proyectos fracasan rápidamente porque los emprendedores se dejan llevar por la emoción y no saben cuáles son sus recursos y su tolerancia al riesgo.
Antes de comenzar, un buen consejo es saber exactamente cuánto dinero y tiempo puedes invertir en un negocio y cuánto tiempo puedes soportar hasta llegar al punto de equilibrio. Ese momento es cuando tus gastos mensuales (incluyendo tu «pago») y tus ingresos se igualan.
Como estudiante, es natural que tus recursos no sean extensos, incluido el tiempo, ya que debes estudiar y concentrarte en ello. Por lo tanto, avanza con calma y piensa si tu idea resistirá seis meses, un año, o incluso más, de pérdidas y un crecimiento lento hasta que pueda solidificarse.
Si la respuesta es no, busca socios o inversores que puedan brindar ese impulso. Y con eso, llegamos al siguiente consejo.
Utiliza el entorno
Como estudiante, especialmente de carreras como administración, marketing o economía, el entorno emprendedor de la universidad puede ser un gran recurso para utilizar. Sin revelar todos los detalles, utiliza a tus compañeros para mejorar su idea y preséntala de forma directa y clara.
Los profesores también pueden ser de gran ayuda para obtener una visión de 360 grados, incluso con la ayuda del análisis DAFO. Cada vez más, las universidades están abiertas al lado práctico y a la colaboración con ideas y proyectos.
Busca consultorías externas
Además de la universidad, vale la pena ir más allá del campus y buscar la mayor cantidad de asesoría posible. Realiza encuestas con posibles consumidores para que den su opinión sobre las soluciones actuales y en qué fallan.
Busca ayuda legal para saber cómo iniciar una empresa, crear contratos, contratar personal y pagar impuestos. Los contadores también son de gran ayuda en esta área, incluso para saber dónde buscar posibles ayudas de fondos públicos o inversores privados.
No necesitas exponer tu idea completa al mundo y arriesgarte a perder la oportunidad, pero cuantas más personas estén a tu lado, más fácil será superar los difíciles primeros pasos.