El año 2020 no ha sido un gran año para los influencers. Tras el boom del 17 y del 18 muchos medios de referencia del sector del marketing apuntaban a una posible burbuja de los influencers durante el 2019. Desde las agencias se filtraba que las tarifas se habían disparado y en muchos casos los ansiados likes no se transformaban en ventas. A estas dudas ha habido que sumar la crisis del 2020 que ha impactado en un sector de profesionales autónomos y muy vinculado al turismo y al ocio outdoor. En este contexto tan difícil muchos de estos influencers han conseguido aumentar su base de seguidores y muchas marcas han conseguido sacar partido a este tipo de marketing lo que arroja esperanzas para el futuro del sector.
Las bases del marketing con influencers
La agencia Tomoson, especializada en estrategias con social influencers, ha publicado recientemente un estudio que pone el énfasis en explicar los motivos por los que hay que seguir insistiendo en este tipo de marketing pese a las dudas o los baches que haya sufrido. Según este informe recogido por la web Brandmatic “el 92% de las personas están dispuestas a confiar en las recomendaciones personales sobre las marcas incluso si no saben quién es la persona que hace la recomendación”. El estudio también pone de manifiesto que “el 50% de los clientes realizan una compra tomando en cuenta todo lo que consiguen en los medios digitales como por ejemplo las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, etc.)”. Por último, el informe de Tomoson señala que 1 de cada 2 usuarios utiliza algún tipo de bloqueador de anuncios en sus dispositivos lo que justifica que haya que seguir trabajando en canales alternativos a la publicidad de Display.
En 2020 hemos pasado mucho tiempo delante de las pantallas y esto ha permitido que los influencers aumenten su número de seguidores creando contenido desde casa. Uno de los protagonistas del año ha sido TikTok que ha conseguido consolidarse en España y saltar a de los móviles de los adolescentes a un público más heterogéneo y generalista. En definitiva, muchos influencers han conseguido llenar su “almacén” de Followers tanto en Tiktok como en YouTube o Instagram lo que apunta a que en 2021 tendrán más y mejores oportunidades de monetizar sus contenidos.
Ejemplos de marketing con influencers
Un caso de éxito clásico de marketing con influencers es el festival Desalia de Ron Barceló cuya XIII edición de Desalia está prevista para el verano de 2021. Este festival consigue acaparar los timelines de cientos de miles de usuarios gracias a la presencia de decenas de influencers como Manuel Huedo o Jorge Cremades.
Worten también ha sacado partido a este tipo de marketing con campañas memorables como las protagonizadas por Lory Money. Del “Estate al Lory” para el Black Friday del 2018 que logró más de 2 millones de visualizaciones en YouTube al “VotenSuaj” del año 2019 que también contó con la presencia de Tomás Roncero y Abel Arana.
Los casinos online tampoco han escapado a la fiebre de los influencers. Sofia Suescun, ex de Gran Hermano y de otros muchos “realities” promociona a través de su Instagram bonos de casino sin depósito además de acudir regularmente a eventos presenciales en diferentes salas de juego. En sectores muy regulados y por tanto encorsetados en lo que a publicidad se refiere este tipo de marketing es un soplo de aire fresco y abre un poco el campo de juego tanto para anunciantes como para agencias.
Los mejores influencers… y los microinfluencers
El pasado octubre la revista Forbes publicaba la lista de los 100 mejores influencers españoles con el sugerente titular “¿Son rentables los influencers?”. En esta lista encontramos nombres como María Pombo, Dulceida, Paula Echevarría además de los consolidados YouTubers El Rubius, Auronplay, Vegetta o Willyrex. Tras analizar el reportaje de Forbes podemos concluir que sí son rentables pero fundamentalmente para sí mismos. La mayoría de los grandes influencers españoles tienen ya sus propias marcas de diferentes productos y/o publica sus propios libros. Además, sus tarifas son prohibitivas por lo que solo pueden acceder a ellas los gigantes empresariales. Es por ello que muchas pequeñas y medianas empresas trabajan cada vez más con microinfluencers (entre 10k y 25k seguidores) que son mucho más accesibles y flexibles y que permiten atacar nichos concretos del mercado a precios asequibles. Este fenómeno junto a los ejemplos citados anteriormente da motivos suficientes para seguir confiando en este tipo de marketing de cara al 2021. Seguiremos informando.