El juego online mueve miles de millones de dólares en todo el mundo año tras año. Bajo este paraguas podemos agrupar prácticas tan diferentes como son las actividades propias del casino virtual, los videojuegos digitales o las aplicaciones para teléfonos inteligentes. Aunque cada una de ellas brinda una experiencia diferente a sus jugadores, tienen características comunes que las hacen únicas y que explican, en gran parte, las claves del éxito de su crecimiento interanual, que no parece tener techo.
Uno de los factores que es de especial mención es la diversificación de la oferta. Hace tres décadas, cuando empezaba el proceso de migración hacia las pantallas, había pocas posibilidades para el gran público. Ahora es todo lo contrario: se encuentran miles de opciones de temáticas diferentes y, en la gran mayoría de ocasiones, a un precio muy bajo y hasta incluso gratuito haciendo uso de la publicidad. Esto se ve de forma evidente en las plataformas para celulares de las tiendas virtuales.
A su vez, el diseño es algo que todos estos desarrolladores de experiencias trabajan al detalle. Ya en clásicos como Tetris o Pac-Man se podía intuir una tendencia que no ha cambiado de una forma radical desde entonces. Los diseños normalmente son intuitivos y fáciles de entender. De esta manera, juegos como Fortnite o Minecraft, dos de los más destacados de la actualidad, pueden ocupar a millones de jugadores sin la necesidad de que estos se formen a consciencia para pasar un buen rato.
Llegar a todo el público
Parte de la gran acogida del entretenimiento pensado para móviles se explica por el gran público objetivo del que disponen, pues prácticamente toda la sociedad cuenta con un dispositivo de esta tipología. Esto ha provocado que plataformas especializadas en juegos como el póker hayan llevado su experiencia a todo tipo de pantallas disponibles, desde los aparatos de bolsillo hasta los navegadores de ordenador. De este modo, una partida de cartas nunca había contado tantas facilidades para ser celebrada como hasta ahora.
La comunicación y la interacción entre usuarios es un aspecto que en la oferta de antaño ni siquiera se contemplaba y que ahora es un pilar fundamental en todos los sentidos. No se pueden entender los entretenimientos online actuales sin ese punto diferencial. Por ejemplo, el casino online con sus juegos en tiempo real a través de un crupier profesional que dinamiza la sesión o las múltiples vías de expresarse y contactar con los compañeros en una partida del LOL, el famoso League of Legends.
Todo ello provoca de una forma evidente la creación de una comunidad, más o menos activa, a raíz de unos intereses o aficiones comunes. Si hay aficionados que siguen a un equipo de fútbol o una estrella de la música, ¿por qué no puede existir lo mismo con un videojuego o práctica online? Sea cual sea el ejemplo actual que se tome, como pueden ser los grandes maestros del ajedrez o los profesionales de los deportes electrónicos, un rasgo común es que las redes han alimentado a este grupo.
Buena relación con las nuevas tecnologías
Por si algo se ha caracterizado la industria general del juego online, es por sus buenas relaciones con las nuevas tecnologías. Lejos de tenerles miedo, como sucede en algunos sectores más conservadores, son de los primeros en apostar por las modas emergentes y lanzarse a la innovación. Eso se ha visto con la realidad virtual que, si bien es cierto que todavía no ha terminado de consolidarse, las primeras experiencias de calidad se dieron en el marco de algunas videoconsolas.
Del mismo modo, podemos ver otro tipo de apuestas como es la inteligencia artificial, pues permite un análisis de datos más preciso por parte de las distintas plataformas y abre la puerta a ofrecer contenidos únicos y personalizados a los usuarios. Aunque ya se ha extendido en todo el campo online, también destacó en su día la incorporación de métodos de pago fuera de lo común como son los monederos virtuales o las pasarelas de pago. Estas están ahora presentes en todos los lugares, pero en su día convencían a muy pocos.