El marketing digital es un sector en constante evolución, pero hay elementos que permanecen tanto por su relevancia como su utilidad. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, el embudo de ventas, o funnel de ventas. Una herramienta imprescindible para toda agencia que debe usarse y dominarse prácticamente desde el primer momento.
Para ahondar en ella, hemos contado con la ayuda de mktnoticias.com, portal especializado en noticias de marketing con una amplia experiencia en el sector y al que recurren miles de usuarios a diario. Gracias a su aporte, podemos explicarte todo lo que hay que saber sobre los embudos de ventas en el marketing digital.
¿Qué es un embudo de ventas y para qué sirve?
El embudo de ventas, también conocido como funnel de ventas, es una herramienta fundamental en marketing que permite a las empresas tanto ver como gestionar todo el proceso de conversión de un usuario a cliente.
Es un modelo que se representa con la forma de un embudo porque, al igual que estos, comienza con una gran apertura que representa a todos los clientes potenciales y, poco a poco, se va estrechando a medida que estos avanzan por sus distintas etapas hasta convertirse en clientes reales. Es decir, en compradores.
Es una solución que no solo permite entender el recorrido del cliente, sino también optimizarlo para aumentar las ventas. Con él se puede identificar en qué parte del proceso de venta está cada usuario, lo que abre la puerta a usar estrategias más concretas para cada etapa y facilitar el avance de los consumidores.
Dicho de otro modo, el funnel de ventas sirve para mejorar la eficacia del proceso de venta en un negocio y para aumentar la probabilidad de conversión.
Etapas del embudo de ventas
Estas son las fases en las que se suele dividir un embudo de ventas:
- Conciencia – En esta fase, el cliente potencial descubre el producto o servicio de la marca. Esta debe atraer su atención e interés.
- Interés – Ahora, el lead empieza a buscar información sobre la oferta de la marca, investigando, comparando y evaluando alternativas.
- Decisión – Ya hay menos opciones y el posible cliente se plantea más en serio el producto o servicio de la marca. Está casi convencido, así que hay que dar forma a ofertas personalizadas para terminar de convencerlo.
- Acción – La fase final donde el prospecto toma la decisión de compra y realiza la transacción. También incluye el proceso post-venta y la fidelización del cliente.
Ventajas de usar un embudo de ventas
Al tener una estructura clara y definida, las empresas pueden identificar rápidamente en qué etapa se encuentran sus prospectos y aplicar las tácticas adecuadas para moverlos hacia la siguiente fase. Esto reduce el tiempo y los recursos invertidos en prospectos que no están listos para comprar y enfoca los esfuerzos en aquellos con mayor probabilidad de conversión.
Un embudo de ventas permite segmentar a los prospectos en diferentes etapas del proceso de compra. Esto facilita la personalización de los mensajes y las ofertas, aumentando la relevancia y efectividad de las campañas de marketing.
Por otra parte, gracias a esta herramienta, las empresas pueden medir el rendimiento de cada etapa del proceso de ventas. Esto permite identificar puntos débiles, entender las razones detrás de las caídas de conversión y tomar decisiones informadas para mejorar las estrategias de ventas.
Al entender mejor el recorrido del cliente, es mucho más fácil construir una experiencia mucho más coherente y satisfactoria para el usuario. Con esto ya no solo se aumenta la probabilidad de conversión, sino que también se refuerzan la fidelidad y las recomendaciones.
¿Cómo mejorar un embudo de ventas?
Si quieres mejorar el funnel de venta tienes que conocer a tu público. Analiza datos y obtén la información clave sobre intereses y patrones de comportamiento para crear perfiles. Así podrás elaborar contenido de valor que se adecue a lo que necesiten y a lo que les interesa.
Tendrás que diseñar llamadas a la acción que sean efectivas, claras y atractivas para que los leads tengan una mayor capacidad de conversión. Una buena forma de mejorar el funnel es recurrir al lead scoring, que consiste en dar una puntuación a cada usuario en función de su interacción y comportamiento con la marca.
Con esos puntos, se puede ver cuál usuario está más inclinado a realizar la conversión o no. Algo que además ayuda mucho en la automatización del marketing, algo que simplifica la gestión del embudo y agiliza procesos más repetitivos, realizando seguimientos más detallados e incluso nutriendo mejor a los prospectos para que aumenten las conversiones.
El proceso de optimización del embudo de ventas es continuo. Es necesario analizar con frecuencia cada etapa para realizar ajustes con base en los datos obtenidos. También hay que probar estrategias diferentes con base en estos datos para ir puliendo la estrategia y mejorarla.
Sea con el nombre que sea, el funnel se ha convertido en una de las piedras angulares de toda estrategia de marketing. Es un método gráfico y efectivo para ver todo el recorrido de los clientes y acelerarlo para conseguir mejores resultados. Construirlo no es sencillo, pero, una vez puesto en marcha, se convierte en lo más valioso para las estrategias de las marcas.