Abrir una empresa propia es uno de los proyectos más valorados de todo emprendedor. Se trata en palabras simples de la concreción de un sueño, de la materialización de uno de los propósitos de vida que más nos importan. Disponerse a abrir un negocio involucra mucho de energía y de motivación, pero también grandes retos por cumplir. Trámites, gestiones y formalidades que deben estar muy bien hechas, para que tu negocio inicie con buen pie. En este sentido, la asesoría en la creación de empresas es una de esas inversiones que pueden sumarle mucho a tus inicios.
Los 5 tips que debes conocer antes de crear tu empresa
Cada modelo comercial tiene sus propias particularidades. De acuerdo a lo que desees hacer, necesitarás fundar un tipo específico de sociedad. También detallar el aporte de capital, en caso de que fuese necesario, y otros formalismos. Servicios como el de asesoría online Sapientia te facilitan el proceso, ayudándote a poner al día todos los aspectos legales del negocio, en tiempo récord. Si estás próximo a materializar el gran proyecto de la creación de tu propia empresa, no te pierdas esta selección de los mejores tipos, que te ayudarán a empezar de la mejor manera. ¡Empecemos!
1. El tipo de sociedad que necesitas
Partimos de lo más básico: la fundación de la empresa. Lo primero de lo que debes documentarte es de las opciones de constitución y de desembolso de capital para dejar tu compañía operativa. En caso de que contrates un servicio de asesoría profesional, te guiarán sobre cuál es la alternativa que más te conviene de acuerdo a tus objetivos. Las más comunes son las sociedades limitadas, que ofrecen un amplio margen de acción para la actividad comercial que elijas desarrollar.
Debes definir si tu empresa requerirá desembolso de capital, en qué monto y forma. Incluso, tienes la posibilidad de arrancar tu negocio sin hacer un desembolso de capital inicial. De hecho, las sociedades limitadas requieren de un mínimo de tres mil euros para iniciar sus operaciones, pero no es necesario que los aportes en efectivo. También puedes hacer un desembolso en especie, que no te implique salir del efectivo que puede que necesites para empezar a trabajar. Ello puede estar justificado con bienes como vehículos, mobiliario de oficina, entre otros.
2. El tiempo de fundación
Este es otro de los elementos que debes tener en cuenta a la hora de montar tu empresa propia. Se trata de trámites que pueden llevar su tiempo, pero que siendo gestionados a través de una empresa de profesionales, pueden reducirse al mínimo. De hecho, el registro de tu sociedad limitada puede estar listo y operativo en tan solo 48 horas. Ello implica que puedes empezar tu actividad comercial y tu facturación en tiempo récord.
3. Registro de tu empresa online
Otra de las ventajas de dar tus primeros pasos en el mundo empresarial de la mano de una firma de profesionales, es la practicidad. Los expertos se encargan de los trámites que de otra manera te llevarían bastante más tiempo, y no tienes la necesidad de hacer ninguna gestión presencial. De hecho, el proceso es cómodo, sencillo y muy rápido. La sociedad se puede constituir telemáticamente, sin desplazamientos salvo a tu Notaría más cercana. También obtienes un CIF provisional en 24 horas para poder facturar desde el primer momento.
4. El alquiler del local
He acá una de las decisiones más importantes que debes tomar en el proceso de abrir tu propia empresa. ¿Necesitas de un local comercial para dar tus primeros pasos en el mundo empresarial? Pues, la respuesta va a depender en absoluto del rubro en el que hayas decidido emprender. Si se trata de una cafetería, un restaurante, una fábrica de ropa, pues sí que necesitarás un espacio físico. Es más, en el caso de negocios en los que recibes público, como restaurantes, bares o gimnasios, tendrás que hacer una inversión importante en adecuación y decoración del local.
Ahora bien, si tu negocio no requiere de recibir público de manera directa, o de un espacio para fabricar productos, pues quizás puedas dar tus primeros pasos sin necesidad de incurrir en el gasto fijo de un local, adecuación, decoración, servicios e impuestos. Estamos en una era en la que los entornos digitales predominan, y a través del Internet, las redes sociales y el networking, puedes hacer crecer tu negocio, volviéndolo sólido antes de incurrir en gastos mayores.
5. La publicidad
Ahora bien, en lo que no debes escatimar al iniciar tu nueva empresa es en la publicidad. Se trata de la inversión más importante para lograr que tu marca empiece a hacerse visible y consolidar una cartera de clientes. Los inicios son quizás los momentos más clave para diseñar una estrategia de publicidad potente, que comunique sobre el valor diferencial de tu marca y te permita ganar tus primeros clientes. Luego, si el producto el bueno, las personas volverán a comprarte y te recomendarán.