Un alfarero o ceramista es el artesano responsable de la fabricación y comercialización de objetos de cerámica. Entre los objetos producidos por los alfareros destacan los jarrones, azulejos, vajillas, ladrillos, etc.

En este artículo te contamos cuáles son todos los pasos que deberás seguir para ser un alfarero profesional. Además, al final del artículo haré algunos comentarios sobre si la profesión vale la pena o no.

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El paso más importante para el crecimiento en esta carrera es la voluntad de aprender y saber más sobre las técnicas. Si es así, ¡felicidades! Esta ya es una buen comienzo.

Entonces comencemos con los conocimientos básicos para que te conviertas en alfarero:

# 1. Elige una metodología de trabajo

Existen algunos tipos de metodologías de trabajo con la cerámica, y el primer paso es comprender las diferencias entre ellos.

Además, es importante que no te asusten las opciones que requieren hornos grandes, ya que al aprender a facilitar las posibilidades, también tienes la capacidad de desarrollar las habilidades más complejas, ¿de acuerdo?

Conozca las tres metodologías para comenzar tu trabajo como alfarero y comienza a estudiar cuál se adapta mejor a tu perfil:

  • Arcilla polimérica (secado al aire o secado al horno):  este tipo de arcilla no necesita hornos grandes, solo el secado al aire o el horno convencional son suficientes. Encontrarás varios colores que se asemejan a la plastilina. Por lo tanto, es posible crear hermosas composiciones, más fácil y rápidamente;
  • Modelado a mano:  este tipo de arcilla requiere el uso de un horno para el secado y acabado. Sin embargo, el modelado manual puede ser realizado por cualquier persona siempre que tenga contacto previo con alguna técnica. Algo que puedes aprender en revistas de manualidades, por ejemplo;
  • Arcilla en torno:  el torno también se puede utilizar para preparar tus piezas. Sin embargo, se debe tener un poco más de cuidado en esta preparación para no sentirse frustrado con el acabado. Por lo tanto, es mejor mirar vídeos antes de comenzar a modelar, ya que esta técnica requiere un poco de experiencia para crear partes simétricas. También vale la pena recordar que los hornos también serán necesarios aquí.

# 2. Elige bien tu arcilla y encuentra el proveedor adecuado

Hay varios tipos de arcillas disponibles en el mercado. Entre ellos, puedes elegir porcelana, por ejemplo, si deseas trabajar con piezas más pequeñas.

Ahora, si estás interesado en hacer piezas más robustas, hay otros tipos que pueden ser interesantes.

Es importante que consideres el tipo que deseas de acuerdo con el propósito del trabajo. Un proveedor especializado puede ayudarlo con esto.

Pase todo el tiempo que necesite para encontrar el socio adecuado. Necesitas un proveedor confiable que trabaje con productos de calidad y te brinde los mejores métodos de pago.

Recuerda que tu presupuesto inicial también será parte de esta decisión. Después de todo, habrá opciones importadas y más caras, así como opciones nacionales más baratas.

# 3. ¿Bajo, medio o alto fuego?

El tercer punto que necesitarás aprender para comenzar esta carrera de alfarero es precisamente el tipo de fuego que pretendes utilizar en tu trabajo. Recordando que cuanto más grande es el horno, mayores son tus inversiones iniciales.

Sin embargo, para que sepas un poco más sobre los tipos de fuego, aquí está la caracterización de cada uno de ellos:

  • Bajo calor: esta opción es ampliamente utilizada en la preparación de piezas de colores brillantes y decoraciones muy detalladas. Además, los colores permanecen brillantes y los barnices son muy estables. Por el contrario, las partes pueden no estar completamente esmaltadas. Aquí, las partes pueden no ser impermeables;
  • Fuego medio o alto: en este caso, puedes usar arcilla de porcelana, por ejemplo. Además, es posible lograr colores brillantes en hornos eléctricos, aunque en las opciones de gas esto no ocurre. En este tipo de horno, los objetos se fortalecerán y se volverán impermeables.

Recuerda que cada tipo de horno tendrá diferentes opciones de tamaño y posibilidades de fuego alto, medio y bajo. Además, debes investigar los precios para asegurarte de que nada se quede sin tu presupuesto.

# 4. Aprende a elegir las mejores tintas

Es muy importante que prestes atención a la composición de las pinturas que elijas si realmente quieres ganar dinero como alfarero.

Esto te ayudará a asegurarte de que el resultado sea realmente positivo. Así que evita comprar la primera opción que veas.

Idealmente, debes hablar con el vendedor y presentarle el tipo de arcilla que deseas usar. Dado que la tinta puede variar según el propósito.

# 5. Un curso puede ser una buena idea

Además de comprender los pasos descritos anteriormente, es igualmente importante que te especialices de manera práctica. Para eso, una buena opción serían los cursos del sector, que ayudan a enseñar técnicas más específicas, no solo en relación con los tipos y materiales que necesitarás adquirir.

¡Así, comienzas tu nueva profesión con el pie derecho!

¿Ser alfarero da dinero? ¿Vale la pena?

Ahora que conoces los primeros pasos para ser alfarero, estoy seguro de que otra pregunta debe estar rondando por tu cabeza: ¿es rentable trabajar con la cerámica? ¿O no?

Bueno, voy a ser muy honesto contigo: ¡es posible ganar dinero, siempre y cuando trabajes para ello, por supuesto!

Por eso digo que es muy importante que te especialices y estudies mucho, y que siempre apuestes por materiales y equipos de calidad.

Además, recuerda que no será de la noche a la mañana que producirás las mejores piezas del mundo, pero con cada nueva práctica podrás aprender un poco más y con dedicación y persistencia, la excelencia llegará.

Finalmente, siempre busca asociaciones y publica tu trabajo. Internet, por ejemplo, es un gran aliado a este respecto y puede llevarlo al éxito de manera más efectiva.

El secreto de cómo ser alfarero es este: estudiar, practicar y difundir. ¡Nada más!

Espero que este material te haya ayudado. ¡Nos vemos en otra oportunidad!