Al llegar a la etapa final de la vida, los ancianos requieren de la atención, el cuidado y la compañía necesaria para vivir dignamente y a gusto. Es por ello que existen los centros de convivencia para personas mayores. Allí son capaces de mantener una calidad de vida que seguramente no sería igual estando solos en casa o con una familia que no les brinde el apoyo suficiente.
Además, en estos centros pueden ser atendidos por profesionales de la salud y al mismo tiempo conviven con otros ancianos, lo que es esencial para tener higiene mental y evitar el aislamiento y la depresión, especialmente, cuando a esa edad la mayoría de sus amigos han fallecido.
¿Por qué invertir en un centro de convivencia para ancianos?
Son muchas las personas de la tercera edad que necesitan de un lugar comunitario para pasar sus últimos años de vida, ¿y qué mejor que un sitio donde son atendidos, cuidados, acompañados y tienen garantizado el descanso que necesitan?
Por otro lado, estos centros suelen estar abandonados en el sector público, entonces muchas familias recurren a los privados para asegurar que sus adultos mayores tengan todo lo que necesitan en un solo lugar, así que la facturación es alta.
Cómo montar un centro de convivencia para ancianos
Si deseas invertir en este negocio, te decimos a continuación qué tener en cuenta. ¡Toma nota!
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Estudia la población
No tiene mucho sentido crear un centro para ancianos en una localidad donde la población es mayormente joven. Esto te ayudará a determinar dónde es más propicio ubicarlo.
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Burocracia
Además del proceso de creación legal de la empresa, se debe asesorar con los requerimientos que exige el Ayuntamiento local para este tipo de centros.
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Ubicación y estructura
El espacio debe estar en un lugar retirado o donde no transiten a menudo muchos vehículos a diario; ideal si es en un ambiente tranquilo, rodeado de naturaleza y donde, en general, se pueda descansar. Sin embargo, que sea de fácil acceso para que el personal se traslade al igual que los visitantes.
Asimismo, debe ser amplio, aireado y contar con las medidas de seguridad interna y externa específicas para que habiten personas mayores de modo que se eviten los accidentes. Algunas fundamentales son:
- Rampas de acceso.
- Pasamanos en los pasillos, rampas y escaleras.
- Baños adaptados para la tercera edad.
- Muebles adecuados.
- Piso antirresbalante.
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Equipo
Debes comprar todo lo necesario para que los ancianos pernocten y hagan vida durante el día en el centro. Esto incluye el mobiliario de los cuartos (camas, mesas de noche, sillas, mesas, lámparas, armarios, etc.), mobiliario de áreas comunes (salones, cocina, baños), equipos de recreación y juegos (sofás, televisores, mesas, sillas, naipes, tableros de ajedrez, bingos, etc.).
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Seguridad
El lugar debe contar con un circuito cerrado de seguridad para monitorear a los ancianos y socorrerlos en caso de ser necesario. Asimismo, debe haber personal de seguridad para resguardar el sitio y a todos quienes estén dentro, tanto empleados como los ancianos que ahí vivan.
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Personal
Contrata un equipo de profesionales competente, preparado y con la capacidad de lidiar con este trabajo a diario. Deben ser muy pacientes y tener ética al tratar a los ancianos. Recuerda que si algún empleado llegase a fallar, el error será también del centro.
Además del personal médico (doctores, enfermeros, fisioterapeutas, nutricionistas, psicólogos, terapeutas, entre otros) y de seguridad (vigilancia), también debes contratar asistentes sociales, pedagogos, profesores de artes, de educación física, personal de limpieza y para el área de cocina.
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Actividades que deben desarrollarse
Las actividades desarrolladas en un centro de convivencia para ancianos deben ser las más diversas.
El objetivo de la programación debe ser que las personas de la tercera edad se sientan útiles, independientes, seguras e incluidas en la sociedad, además de dar la certeza de que están envejeciendo con salud y calidad de vida.
De la mano de profesionales, los ancianos deben tener la opción de tomar las clases que más les gusten para evitar el sedentarismo y la pérdida de la memoria. Incluye actividades como billar, dominó, ajedrez, naipes, talleres de artesanía, educación física (según las limitaciones de cada quien), teatro, idiomas, lectura, charlas y debates; se puede incluso organizar, excursiones, paseos turísticos y viajes con los ancianos. La participación de los familiares durante los fines de semana puede ser un extra bien recibido.
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Procesos de negocio
Los procesos de negocio de un centro de convivencia de ancianos se divide en:
- Atención y registro del cliente: Es el primer contacto con el cliente. Generalmente, se da en la visita al Centro o por teléfono, e-mail o por medio del llenado de registro en el sitio de la empresa. En esta fase inicial, se realiza la investigación y análisis de los objetivos y deseos del cliente.
- Definición de actividades y tiempo de permanencia: En la investigación de análisis de los objetivos y deseos del cliente, el recepcionista entrevista al cliente para conocer sus objetivos, saber si posee alguna demanda específica, si vino por recomendación médica u otros motivos. Esta pequeña evaluación ya permite a los monitores un direccionamiento en relación a los objetivos del cliente y sus limitaciones, así como las recomendaciones para el efecto de una atención adecuada y eficiente.
- Planificación de las actividades: Es importante una planificación que involucra una programación semanal, que considere actividades físicas con más frecuencia y de entretenimiento y ocio, distribuidas a lo largo del mes. Se dictan las clases y se realizan las actividades previstas según la propuesta específica de atención al anciano.
- Administración: Se destina a las actividades de relación con proveedores y clientes, control de cuentas por cobrar y de pago, actividades de recursos humanos, control financiero y de cuentas bancarias, seguimiento del desempeño del negocio y otras que el emprendedor juzgue necesarias para el desempeño buen funcionamiento del emprendimiento.
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Divulgación
El emprendedor necesita tener en mente que las acciones de divulgación deben ser hechas bajo la óptica del público objetivo, muchas veces divergente de lo que el emprendedor entiende ser adecuado. Para un emprendimiento pequeño, se puede utilizar la distribución de folletos y carpetas en los alrededores del Centro o lugares frecuentados por ancianos, divulgando los servicios y productos que se ofrecen.
Otras formas de propaganda son anuncios en periódicos de barrio, revistas locales, sitio web, blog, redes sociales, etc., que en la actualidad es imprescindible a todo emprendimiento duradero y competitivo.
En la actualidad, se ha hecho habitual la búsqueda de producto o servicio a través de Internet, lo que hace necesaria la creación de un sitio web, presentando las instalaciones del Centro de Convivencia, los horarios de atención, formularios y correo electrónico para contacto, exponiendo noticias positivas publicadas en medios informativos y otros temas, como testimonios de clientes.
El establecimiento de alianzas con clínicas médicas, academias y otros profesionales de la salud también es muy recomendable, pues puede generar una buena propaganda y una buena indicación boca a boca.
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¡Aperture ya su centro de convivencia para ancianos!
Los centros de convivencia ofrecen a los ancianos momentos de relajación, devuelven a muchos de ellos la alegría de vivir y el placer de realizar actividades físicas, culturales y de ocio. ¡Es pensando en eso y con esos objetivos que debe planear su empresa!
Recuerde: cuantas más actividades y profesionales competentes, mayores son las posibilidades de éxito de su espacio. Los ancianos tendrán placer en quedarse allí y sólo su sonrisa ya será suficiente para usted.
Más allá del dinero su objetivo debe ser dar a esas personas calidad de vida.
Estoy seguro de que si sigue estos consejos y trabaja duro, los resultados serán increíbles! Éxitos!