¿Tienes un capital y deseas multiplicarlo? En ese caso, considera las inversiones a largo plazo, que son una de las estrategias sólidas y confiables para aumentar tu patrimonio y para cumplir tus objetivos financieros, ya sea retirarte, comprar una casa o asegurar el futuro de tu familia.
Si la idea te suena, lee este artículo donde te explicamos qué son las inversiones a largo plazo y en qué activos puedes invertir. Cuando termines, tendrás una base para operar con tu capital en los mercados, así que comienza a bajar el cursor.
¿Qué son las inversiones a largo plazo?
Las inversiones a largo plazo son aquellas en las que el inversor mantiene un activo, desde dinero hasta propiedades, por, mínimo, 1 año, aunque hay inversiones que pueden extenderse por hasta 5 años o por décadas incluso. La diferencia con las inversiones a corto plazo es que el inversor no busca obtener ganancias rápidas en periodos cortos.
Ahora, dependiendo de los objetivos del inversionista, las inversiones a largo plazo pueden durar:
- 1 a 5 años: ofrece un equilibrio entre riesgo y retorno, y es ideal para estrategias que utilizan fondos mixtos para lograr un crecimiento moderado durante este periodo.
- Más de 5 años: es la opción ideal para acumular patrimonio de forma gradual; además, el inversor puede asumir mayores riesgos y obtener mejor rendimiento gracias a activos más volátiles con el paso del tiempo.
De cualquier forma, para invertir a largo plazo, la paciencia es clave. Debes tener en cuenta que los mercados financieros suelen pasar por ciclos de auge y de caída, por lo que es necesario mantener la calma ante fluctuaciones temporales, no tomes decisiones impulsivas; así mismo, mientras más tiempo mantengas la inversión, mayores serán los beneficios.
Algo más que es esencial es un análisis exhaustivo de los activos en los que deseas invertir. Como tu principal objetivo no es ganar dinero rápido, debes evaluar la posición competitiva de los activos dentro del mercado durante y de cara al futuro para hacer una inversión que crezca de manera sostenida a lo largo del tiempo.
Tipos de activos para invertir a largo plazo
Por lo general, las inversiones a largo plazo suelen ser de renta fija o de renta variable.
Los activos de renta variable son aquellos donde el retorno no está garantizado, como en el caso de las acciones, ya que su valor fluctúa por factores como la rentabilidad de la empresa emisora, las condiciones financieras del mercado y, claro, la ley de oferta y de demanda. El beneficio es que ofrecen un mayor potencial de rendimiento pese al riesgo y a la volatilidad.
En cambio, los activos de renta fija ofrecen un retorno más predecible y flujos de ingresos regulares a lo largo del tiempo; por esa razón, se consideran inversiones más seguras, aunque con rendimientos más bajos. Si eres una persona más conservadora, esta es una opción ideal para invertir.
Pero conoce un poco mejor los distintos activos en los que puedes invertir:
Acciones
Las acciones son títulos de propiedad que te convierten en el dueño de una fracción de una empresa. En este caso particular, los beneficios pueden provenir de los dividendos, es decir, de los pagos regulares de una parte de las ganancias de la empresa, o de la apreciación del capital, que se produce cuando el valor de las acciones aumenta con el tiempo. Eso sí, ten en cuenta que estos son activos muy volátiles que exigen sortear las caídas del mercado.
Bonos
Los bonos son instrumentos de deuda emitidos por gobiernos y por empresas. Esto significa que, cuando compras uno, prestas dinero a la entidad emisora a cambio de pagos con intereses regulares y de la devolución del capital llegada una fecha límite.
Este tipo de activos suele considerarse más seguro que las acciones; sin embargo, cuando se invierte en bonos, se corre el riesgo de que el valor caiga si las tasas de interés suben o de que la entidad emisora no cumpla con sus obligaciones.
Fondos de inversión y ETFs
Los fondos de inversión agrupan el dinero de múltiples inversores para invertirlo en distintos productos dentro de los mercados financieros. Estos activos son gestionados por profesionales que toman las decisiones en nombre de los participantes, lo que suele facilitar mucho el proceso.
Por otro lado, los ETFs, o Fondos Cotizados en Bolsa, son inversiones que se negocian en la bolsa de valores como una acción. La característica es que esa acción agrupa distintos activos, como bonos o materias primas, y se gestiona de forma pasiva, de modo que las comisiones son más bajas que las de los fondos de gestión activa.
Bienes raíces
Los bienes raíces son una de las inversiones a largo plazo más comunes, pues generan ingresos pasivos a través del alquiler y de la revalorización del inmueble; además, son una excelente forma de proteger el capital contra la inflación.
Oro y metales preciosos
El oro y los metales preciosos se consideran como activos «refugio» gracias a que tienden a mantener su valor y a apreciarse en tiempos de incertidumbre económica o de crisis financiera; y la razón es que no dependen de la solvencia de un gobierno o de una empresa. Ahora, este tipo de activos no generan ingresos pasivos, como dividendos o intereses, así que no suelen ser una opción que guste a todo el mundo.
En esta tabla, tienes una comparación de los activos para invertir a largo plazo con sus ventajas y con sus desventajas clave:
Activo | Ventajas clave | Desventajas clave |
Acciones | Potencial de alto crecimiento, ingresos por dividendos, alta liquidez | Alta volatilidad, riesgo de pérdida del capital, no hay garantía de dividendos |
Bonos | Rendimiento predecible, pagos de interés regulares, mayor seguridad | Menor rendimiento que las acciones, riesgo de tipo de interés y de impago |
Fondos de inversión | Gestión profesional, alta diversificación, accesibilidad | Comisiones de gestión, riesgo de pérdida, rentabilidad variable |
ETFs | Diversificación instantánea, comisiones bajas, alta liquidez | Riesgo de mercado, rentabilidad depende de los índices, expuestos a volatilidad |
Bienes raíces | Ingresos pasivos por alquiler, protección contra la inflación, apreciación del capital | Alto capital inicial, costes de mantenimiento, falta de liquidez |
Oro y metales preciosos | Activo refugio, protección contra la inflación, no depende de la solvencia de entidades | No genera ingresos pasivos, volatilidad a corto plazo |
Estrategias para alcanzar un buen rendimiento con las inversiones a largo plazo
No está de más decirte que las inversiones a largo plazo no se tratan únicamente de elegir activos y de poner todo tu dinero en ellos. Es recomendable seguir una serie de estrategias para invertir con éxito:
- Planifica. Antes de invertir, define cuáles son tus objetivos y tus plazos de inversión para no tomar decisiones impulsivas, evalúa la volatilidad del mercado para elegir activos con los que te sientas cómodo y haz una revisión periódica de tu plan para modificarlo en función de tus metas o de las condiciones económicas.
- Diversifica. No pongas todos tus huevos en una sola canasta; más bien, investiga y compara distintos activos, sectores y geografías, y distribuye tu inversión para generar mejores rendimientos y para reducir el riesgo de pérdidas significativas.
- No te dejes llevar por tus emociones. Las inversiones a largo plazo requieren cabeza fría, no permitas que el «ruido del mercado» o las fluctuaciones te hagan tomar decisiones impulsivas; la clave es gestionar bien tus emociones, investigar y, con base en toda la información, actuar de forma estratégica.
En conclusión…
Las inversiones a largo plazo son una excelente forma de usar tu capital para generar ingresos pasivos. Eso sí, recuerda que la estrategia, la paciencia, la consistencia y la educación son claves para elegir activos con buen rendimiento y con crecimiento sostenido a lo largo del tiempo, y para tomar acciones que garanticen el bienestar de tus inversiones.
Créenos, las decisiones inteligentes y consistentes aseguran estabilidad financiera.